
Esta noche es buena para navegar en las aguas de mis recuerdos.
Las olas me arrastran hacia la isla que lleva tu nombre y recostada en la arena puedo ver en cada estrella un momento de los días pasado.
La que brilla con más intensidad es la que me susurra al oído el recuerdo del día en que tu presencia se atravesó en mi camino.
Una ola me distrae y acaricia mi piel, con suavidad, pero mi mente no deja de recordar, cuando tu piel se sentía sobre la mía tan deliciosamente como lo hace ahora el mar.
La brisa es como el eco de las palabras de amor que alguna vez nos juramos, la luz de la luna son aquellas carisias que traviesa y apasionadamente en algunas noches nos robamos.
No quiero darme cuenta aun de lo que nos ha traicionado, pues la marea sube y las huellas que en la arena se marcaron, el océano se las ha llevado, sin dejar un solo vestigio de lo anhelado.
Solo me queda recordar junto con las estrellas, las horas que pase a tu lado.
aP.