Y ahora las noches de esta vida así se han vuelto, tan quietas he iluminadas desde aquel momento.
Disfrutando de esa brisa que anuncia la llegada del otoño, perdido en mis ojos y diciéndome lo que haz descubierto de ti mismo en mi compañía.
Descubriendo esté mundo tan aún inexplorable para mi, sin dejar de sentir ese despertar que va más allá de lo que se pueda decir.
Acariciando ligeramente con tus dedos mis sentimiento convertidos en largos suspiros y rozando con tus labios mi alma en esta almohada.
El tiempo se burla de nuestro acto, pues se disfraza de eternidad, engañando a lo que sea vuelto nuestra realidad, con su vuelo bajo y sin un cantar.
Desecho el pensamiento del final y lo dejó para ése momento, anhelo el futuro sin saber cual es su fruto, me enamoro y abrazo al presente, pues sé que es lo único que tenemos enfrente.
aP
