No permitas que mis ojos vean otra alma
que no sea la tuya, que es la única que
me da el consuelo necesario en mis
noches de tristeza.
Hazme sentir que tu eres todo lo que
necesito en esta vida tan fugas y única.
Déjame ser la que te cante al oído,
aquellas canciones que solamente para ti
he escrito, con tal dulzura y devoción que
mi ser puede sentir por alguien.
Muéstrame el camino que debo seguir
para llegar a tu lecho cada noche, y ser el
guardián de tus sueños y anhelos.
Hazme prisionera de tu aliento y tu pasión…
Hazme prisionera de tus besos y tus carisias….
Hazme prisionera de tu ser…
No me importa si tus manos son frías
como el hielo, y tus labios quemen como el fuego.
Pues las marcas que sobre mi piel dejes,
serán el testimonio de que te pertenezco.
Encierra con tus manos mi corazón,
y con tus labios mi aliento.
Pues simplemente el mundo exterior
no se me antoja si no es contigo.
Pídeme que me olvide del tiempo
y que no haga otra cosa que no sea
cuidarte y amarte más de lo que nadie
jamás lo ha hecho.
No me dejes libre y reclama lo que desde
antes de que nacieras te pertenecía.
Hazme sabes que no hay otra
alternativa más que ser tuya…
Dime que los demás amores eran
pequeñas lecciones necesarias para
aprender a amarte solo a ti, y de
esta manera tan intensamente.
Sé que tatuar tu nombre en mi alma,
me puede matar y si la muerte es el
precio a pagar, no es mucho
lo que exige, después de tener la dicha
de tus besos probar.
aP.