UN DÍA

Desperté en la mañana muy temprano, como a eso de las 6:00 am, me quede recostada entre mis sabanas color azul y mis almohadas por toda mi cama, mientras mis pensamientos avanzaban en una sola dirección, sabiendo que dentro de 120 minutos te vería de nuevo y cuanto más te pensaba, mi buen humor aumentaba.

Tome un baño, me vestí con mi color favorito y me puse la blusa que sabía que te agradaba verme puesta, tome mi desayuno y mientras lo hacía te mande un mensaje de texto desde mi celular, que decía


“hoy te amo más que ayer, pero menos que mañana”



Lo sé… frase trillada, pero…. De verdad así lo sentía.


Cuando te vi, tu mirada era intensa y llena de ansiedad, el brillo de tus ojos se había apagado, y tu saludo no fue el habitual abrazo eufórico y el beso tierno pero he intenso al mismo tiempo de cada mañana, no era ese tipo de saludo al que estaba acostumbrada. Eso me asusto, porque sentí que desde ese momento me estabas diciendo adiós.


Mi presentimiento no era tan errado, en cuestión de unos minutos, mi mundo se destruyo. Tú te irías lejos en unos días y me dirías adiós.


Recuerdo que mis ojos no paraban de llorar, me quede sin voz de tanto sollozar, tú intentabas consolarme, pero aun que aún te tenía a mi lado, te sentía tan lejos ya, que eso me llenaba de ansiedad. Ese día lloraste conmigo, percibía y sabia que tu intensión no era lastimarme y menos dejarme, sabía que la situación era inevitable y que terminaríamos separados de cualquier modo, nos embargaba un dolor tan grande que me fue imposible esa noche dejarte.


Me abrazaste y besaste hasta que el dolor y la tristeza me hundieron en un sueño tan profundo que por mi mente no cruzó sueño alguno, simplemente porque la razón de mis sueños era tu presencia en mi vida, y la estaba perdiendo.


Con tus ojos llenos de lagrimas y los míos igual, el día llego en el que nos tuvimos que decir adiós, ese día coincidió el clima con nuestro dolor, la lluvia caía y disimulaba las lagrimas en nuestros rostros.


Varios años han pasado, y el dolor fue superado, mas no olvidado.


En mi presente tuve la oportunidad de volver a verte, pude notar que en tus ojos ese brillo se volvía a encender, y con tus palabras confirmaste mis sospechas, de que ese amor que nos teníamos sigue ahí, y siempre seguirá, y es impresionante saber que en tu corazón la sensación es igual.
Recordar, aquellos días en los que el amor nos envolvía, cuando me decías que eras mi protector y que me amas más cada día, recordamos nuestras salidas, viajes, y tonterías que solo dos enamorados cometían.


Cuando el besarte era tan necesario como el aire, y tus detalles de cada día, me hacían la persona más feliz del mundo, cuando el decirnos AMOR, el uno al otro era lo más natural del nuestros días.


Pero también de sobra sabemos, que hoy, solo amigos podemos ser, porque aun que sigue vivo el amor que nos tenemos, ya no nos pertenecemos, cada uno tiene una vida diferente, y planes que hacer.


Pero esto solo nuestro secreto será, que aun ese amor sigue vivo, aun que respetando a las personas que hoy felicidad nos dan.


Gracias por tu compañía, gracias por seguir amándome de esa manera y por llevarme por un par de horas a recordar los días más bellos que viví. Gracias también por tu partida, aun no sé como hubiera sido nuestras vidas si aun a mi lado estuvieras, al principio fue difícil, pero hoy estoy con una persona maravillosa que llena de amor mis días.


Hoy soy feliz amor mío, y sé que tú también, es extraño de explicar lo que hoy en nuestros corazones hay, pero sé que de sobra me entiendes y tú piensas igual.


Gracias por todo cielo, sigue siendo feliz, recorre tu camino lleno de éxito, que yo también seguiré el mío.







OTP

aP.