Oscuridad

Mi piel se seca al igual que mi alma, por el sofocante calor de tu ser.

Mis sueños se escapan como un grifo con una fuga.

Mis ojos están cansados de llorar, no pueden ver la luz, porque ha sido eclipsada por el miedo.

Esta oscuridad me está matando y solo espero con desesperación a que la muerte apacible llegue.

Ya no quiero luchar…

Ya no puedo luchar…

Mis brazos están cansados de defenderse, mis manos heridas ya no pueden sentir el frio y el calor.

Mi mente, no distingue lo ficticio de la realidad, está hundida en un mar negro, en un cielo vacio. Temerosa y asustada porque sabe que en cualquier momento desaparecerá.

Jamás había ansiado la muerte tanto como hasta ahora, nunca me imagine que alguien podría perderse dentro de uno mismo, como para anhelar la presencia del ángel que le da fin a la vida.

No tengo salvación y lo único que me queda, es la resignación a esta obscuridad silenciosa.
El miedo me invade a cada segundo, pero estoy segura de que será lo mejor… desaparecer.

Esto era inevitable, y yo lo sabía, pero ahora que todo está pasando y se ha convertido en mi presente, el destino me marca solo un camino.

No puedo decir que no, cuando todo lo anterior me llevo a esta vacuidad.

Ya pronto acabara… falta poco.

No habrá nada más.

aP.